Iván «El Terrible»

El zar Iván «El Terrible», nació el 15 de agosto de 1530, también conocido como el magnífico o el formidable. Sucedió a su padre Basilio con la edad de 3 años. Fue cuidado por su madre hasta los 8 años, cuando esta fue asesinada mediante veneno. El joven Iván pasó a depender del metropolitano de Moscú (arzobispo de la ciudad). Su minoría de edad se desarrolló en un contexto de inestabilidad ya que los nobles boyardos aprovecharon para conseguir privilegios y ventajas. Con 12 años, el metropolitano Macario empezó a ponerle en contacto con ideas autocráticas, sobre todo la idea de que el zar había de serlo en toda Rusia. Tras la minoría de edad, con 16 años es coronado en la catedral de Moscú (1547) como zar de todas las iglesias (adquiriendo un carácter sacro y reforzando la idea de que era el único poder en Rusia). En ese año se produce su primer matrimonio con una noble boyarda, Anastasia Romanovna. En el primer periodo de gobierno destacan reformas como la reducción del poder de los boyardos al apartarlos de la duma, la creación de una asamblea estatal “Zemski Sobor” (asamblea de la tierra) y la creación de un cuerpo de élite conocido como los Streltsí. Tras la muerte de su esposa (envenenada) y del metropolitano Macario comienza en la década de los 60 una fase de inestabilidad mental. Este periodo (1565-1572) destaca lo que se ha denominado Opritsina (territorios conquistados en este periodo y que fueron separados de la administración ordinaria, siendo en exclusiva del zar) y acabó con la ejecución por traición de unas 3000 personas. Es el periodo conocido como “de terror”. Se creó una policía secreta en 1565 (oprichsniki) contra los boyardos desleales al zar, y se les recompensó con las tierras expropiadas a sus víctimas. Perdieron la confianza del zar tras el saqueo de Novgorod en 1570 y sobre todo tras no ser capaces de impedir la quema de Moscú por los tártaros un año después. Acabó disolviendo el cuerpo.

Iván el Terrible y su hijo, Ilía Repin (1885)

Al final de su vida, sus logros no continuaron con sus sucesores, sin embargo de su reinado destaca el refuerzo de la imagen del zar asociándola directamente al mundo divino y puso freno (momentáneamente) al poder boyardo. Murió el 18 de marzo de 1584, y le sucedió su hijo Teodoro.


Curiosidad: asesinó a su primogénito Iván en 1581 mediante un cabezazo.

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