El trabuquete

¿Qué es un trabuquete? El trabuquete, trebuchet, lanzapiedras, fundíbulo o trabuco era un arma de asedio propia de la Edad Media, difundida a partir del siglo XIII, fundamentalmente.

Poseía una gran fuerza, de forma que los aparatos más poderosos eran capaces de arrojar proyectiles de 225 kilogramos a 275 kilogramos de distancia (si bien normalmente solían arrojar unos 100 kilos). Eran armas mucho más eficaces y precisas que las armas de torsión empleadas durante la Antigüedad. Poseían una larga viga, que a su vez tenía en su extremo una caja con un fuerte contrapeso de piedras. Cuando el contrapeso se soltaba, el extremo de la viga lanzaba con fuerza el proyectil.

Un tipo similar de este tipo de arma se empleó en los siglos V y VI en China, con una serie de cuerdas movidas por un grupo de personas, en lugar de un contrapeso. Sin embargo, este mecanismo tenía sus limitaciones: podía herir a aquellos que tiraban de las cuerdas y tenía una potencia de tiro limitada. Las primeras constancias del uso del contrapeso son a mediados del siglo XII, cuando el trabuquete ya se empleaba en los territorios islámicos, en el Imperio bizantino y en la Europa Mediterránea.

Según algunos autores, el trabuquete de contrapeso se originó en Francia, si bien la cuestión no es nada clara. Poco a poco, los trabuquetes fueron siendo perfeccionados, con munición más pesada y construcciones más potentes. A pesar de que las primeras piezas de artillería (concretamente cañones) se documentan desde el siglo XIV (acerca de 1320), el trabuquete compitió con este tipo de armas hasta mediados o finales del siglo XV. Incluso a principios del siglo XVI seguían siendo usados en algunos casos. Por ejemplo, se documenta que Hernán Cortés lo usó en 1521 en el asedio de Tenochtitlán (actual Ciudad de México), ante la falta de pólvora.

Sus ventajas frente a los cañones era que podía ser usado en cualquier tipo de clima (mientras que los cañones no pueden emplear pólvora en condiciones de humedad), que la munición podía ser más barata (normalmente piedras robustas) y que era barato de construir, con madera y piedra. El tiempo que se tardaba en disparar dependía del arma, que tenía que ajustarse, calibrarse y cargarse con la munición. Los trabuquetes más pequeños podían lanzar en pocos minutos y los más grandes en 10 minutos o algo más.

Si queréis, podéis consultar la publicación original sobre el trabuquete en nuestra cuenta de Instagram: https://www.instagram.com/p/CEuGl-rhqY8/

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